THE PROPOSITION: "I will civilize this land"
El Capitan Stanley sabe que los métodos convencionales de justicia no sirven para atrapar al sicópata de Arthur Burns y a su banda. Han asesinado a una familia entera y ahora se esconden en el peligroso desierto. Por esto decide proponerle a Charlie Burns que se diriga al desierto, asesine a su hermano y se gane su libertad y la de su hermano Mikey. Si no lo logra, el pequeño Mickey será colgado para el día de Navidad. Cuando vuelve al pueblo triunfante con Mikey encarcelado su frase "I will civilize this land" parece consistente, pero su voz deja ver un resto de inseguridad.
El duro Stanley que vemos en las primeros planos parece indefenso al encontrarse con su esposa Martha. Claramente más que el pueblo, lo que a Stanley le preocupa, es la seguridad y la confianza de su esposa. Cuando se corre el rumor del acuerdo entre Stanley y Charlie Burns, la determinación que parecía tener de principio comienza a volverse desesperación. Mikey será azotado hasta la muerte y Stanley, que tiene que velar por su acuerdo y por el bien de su esposa, colapsa.
Por otro lado Charlie debe enfrentar el desierto, juez silencioso de su el dilema moral y al mismo Arthur, que no deja de recordarle lo importante de rendir honor a los valores familiares y al amor, aunque este no dude ni un segundo en asesinar a sangre fría a cualquiera quien se le cruce. Al igual que Stanley, Charlie se enfrenta a una decisión complicada. Un hermano siempre será un hermano.
Este cruce de disyuntivas le otorgan al film una caracteristica especial en el tema ético. El músico Nick Cave, que ahora se lanza como guionista, analiza y critica las linea tan débil que une la moral con la justicia.
Si Cave sorprende en su argumento, el director John Hillcoat hace lo suyo con las imágenes. El film se siente y se ve sucio, podrido y corrompido. Mientras el desierto no es más que un infierno en la tierra de día y de noche, los interiores de la casa de Stanley muchas veces parecen frios, haciendo referencia directa a la relación con su esposa. Poco a poco estos dos climas comienzan a fundirse con las problemáticas de los protagonistas.
La música, escrita por el propio Cave, complementan el sentimiento de angustia, tristeza y desánimo que inspiran la trama y las imágenes.
La violencia, brutal y descarnada, siempre tiene un motivo. por el lado de la justicia y por el lado de la ilegalidad son la última cadena de desesperanza.
Por último, los actores Ray Winston (Cap. Stanley), Guy Pierce (Charly Burns), Danny Huston (Arthur Burns) y Emily Watson (Martha Stanley, son intérpretes perfectos de distintos dilemas y trastornos humanos. Se vuelven parte del escenario de desconsuelo.
Como epílogo basta con decir que es el western más completo desde el estudio de la violencia de Unforgiven y un tributo directo o indirecto a la violencia y los profundidad de los personajes de Sam Peckinpah en The Wild Bunch. Un oscuro, intenso y reflexivo western postmoderno que junto con The Three Burials of Melquiades Estrada hacen eco y aportan a un género que se niega a morir.
El duro Stanley que vemos en las primeros planos parece indefenso al encontrarse con su esposa Martha. Claramente más que el pueblo, lo que a Stanley le preocupa, es la seguridad y la confianza de su esposa. Cuando se corre el rumor del acuerdo entre Stanley y Charlie Burns, la determinación que parecía tener de principio comienza a volverse desesperación. Mikey será azotado hasta la muerte y Stanley, que tiene que velar por su acuerdo y por el bien de su esposa, colapsa.
Por otro lado Charlie debe enfrentar el desierto, juez silencioso de su el dilema moral y al mismo Arthur, que no deja de recordarle lo importante de rendir honor a los valores familiares y al amor, aunque este no dude ni un segundo en asesinar a sangre fría a cualquiera quien se le cruce. Al igual que Stanley, Charlie se enfrenta a una decisión complicada. Un hermano siempre será un hermano.
Este cruce de disyuntivas le otorgan al film una caracteristica especial en el tema ético. El músico Nick Cave, que ahora se lanza como guionista, analiza y critica las linea tan débil que une la moral con la justicia.
Si Cave sorprende en su argumento, el director John Hillcoat hace lo suyo con las imágenes. El film se siente y se ve sucio, podrido y corrompido. Mientras el desierto no es más que un infierno en la tierra de día y de noche, los interiores de la casa de Stanley muchas veces parecen frios, haciendo referencia directa a la relación con su esposa. Poco a poco estos dos climas comienzan a fundirse con las problemáticas de los protagonistas.
La música, escrita por el propio Cave, complementan el sentimiento de angustia, tristeza y desánimo que inspiran la trama y las imágenes.
La violencia, brutal y descarnada, siempre tiene un motivo. por el lado de la justicia y por el lado de la ilegalidad son la última cadena de desesperanza.
Por último, los actores Ray Winston (Cap. Stanley), Guy Pierce (Charly Burns), Danny Huston (Arthur Burns) y Emily Watson (Martha Stanley, son intérpretes perfectos de distintos dilemas y trastornos humanos. Se vuelven parte del escenario de desconsuelo.
Como epílogo basta con decir que es el western más completo desde el estudio de la violencia de Unforgiven y un tributo directo o indirecto a la violencia y los profundidad de los personajes de Sam Peckinpah en The Wild Bunch. Un oscuro, intenso y reflexivo western postmoderno que junto con The Three Burials of Melquiades Estrada hacen eco y aportan a un género que se niega a morir.